Consagración al Inmaculado Corazón de María



Purísima Madre mía, quiero consagrarte mi corazón, mi voluntad, mi vida entera.

Llévame al Corazón de tu Divino Hijo Jesús, para que Él habite en mi. Quiero ser totalmente tuyo, Madre mía. Y a partir de hoy servirte fielmente en lo que me mandes.

Sé dulce compañía en mi vida, no permitas que jamás me separe de Ti, y en la hora de la muerte ven a buscarme para gozar de la eternidad en Tú compañía.

Bendita y Alabada seas por siempre Madre Mía.

Amén.




Albertina Ailin Torres