Señora y Madre Nuestra



Señora y Madre Nuestra:
nos ofrecemos del todo a tí.
Y, en prueba de nuestro filial afecto,
te consagramos, en este día,
nuestros ojos, nuestros oídos,
nuestra lengua, nuestro corazón,
en una palabra, todo nuestro ser.
Ya que somos todos tuyos,
Madre de bondad,
guárdanos y defiéndenos,
como cosa y posesión tuya.

Amén.




Pedro Peña